Convivir con tu Dolor

Creo que todo corredor, aunque tenga memoria de pez –como es mi caso-, recuerda esa carrera.  Puede ser su primera vez. Puede ser aquella ‘espinita’ que no ha conseguido superar todavía para llegar a la meta y que el año que viene volverá a intentar. En algunos casos puede ser aquella que le hizo sufrir, apretó los dientes y consiguió su objetivo.

Para mí esa carrera, de momento,  es el Trail Pirata Sierra de San Cristóbal.

Hace exactamente 1 año, 3 meses y 7 días comencé a dar mis primeros pasos en esto de Correr por Montaña. Salía de la consulta del traumatólogo con una frase en la cabeza: ‘’Esto es como volver a caminar, poco a poco. Es más, yo te animo a correr en dicho terreno pero con cuidado’’. Sin saberlo, después de algo más de tres meses de entreno y una decepción en un trail de media distancia –aun siendo finisher-, cruzaría la meta del III Trail Pirata Sierra de San Cristóbal con una sonrisa de oreja a oreja. Más fuerte que cuando crucé la puerta de la consulta del traumatólogo y sintiéndome invencible.

Sí, esa es la carrera de la que no me olvido. Esa carrera me hizo amar este deporte, disfrutar de la dureza, de los cambios de temperatura, de ascensos, descensos, caídas, de la tierra, del aire, la piedra. En definitiva, del contacto con la naturaleza que pocos deportes pueden otorgarte.

Y como no podía ser de otro modo me dije que volvería a esta prueba siempre que pudiera.

IV Trail Pirata Sierra de San Cristóbal 2015.

Volver con la experiencia que te da algo más de un año está bien. Pero creo que volver con la sonrisa e ilusión de un niño es mucho mejor.

Hace algo más de un año dejé parte de mi disfrute por esas ‘trialeras’ y el Domingo volví a recoger lo plantado tiempo atrás.

En esta edición se modificó parte del trazado anterior ampliándolo hasta la media distancia –unos 20.5km-. Las condiciones eran perfectas: sol, algo de viento y temperatura ideal –aunque se iría incrementando-.Listo

No deseaba engañarme. Venía sin opciones de bajar la marca del año pasado. Primero porque eran más kilómetros y segundo porque llevaba una semana con la cadera de ‘fiesta’, sin poder entrenar como quería. No obstante, siempre digo lo mismo: »esto es deporte y aquí hemos venido a disfrutar, pase lo que pase».

En una hora por la zona te da tiempo a encontrarte con grandes personas que cada año vuelven o se estrenan en esta prueba: Fozem, Arriquitrán, Fernando, Ramón de la Flor, etc. Justo antes de la salida pude saludar a mi querido ‘Gallego’.

Finalmente comenzamos el ritual: beso las pulseras y mis ‘cachetazos’ de rigor a mi pierna izquierda.

La idea era clara, mirar el reloj de vez en cuando, ir charlando, escuchando algo de música y ayudarnos mutuamente con Fernando.

Subir ‘pocillos’ ya me avisó que hoy iba a tocar apretar los dientes aguantando y conviviendo con la cadera. Ingenuo de mí no sabía cuánto de eso era cierto.

Giro de izquierdas y primer tapón. Trazado nuevo con un descenso vertiginoso que a muchos les hacen dudar si bajar arriesgando o a ‘culaitas’. Me desespero viendo que perdemos casi 9 minutos parados y eso me hará arriesgar durante los próximos cinco kilómetros lanzándome en todas las bajadas y tirando en las subidas hasta llegar al avituallamiento en el diez.

Ahí es cuando noto que algo va mal. No es sólo la cadera, la ‘lumbalgia mecánica’ me da tirones. Y desde el diez hasta el siguiente avituallamiento en el diecisiete, aproximadamente, vamos tirando a ratos Fernando y a ratos el que ‘escribe y corre’. Pasando por la zona pedregosa de la  cantera, ‘picando’  hacia arriba, como los que no quieren ver el reloj –tic, tac, tic, tac-.

Hasta el último avituallamiento deseando disfrutar –lo que las piernas y cadera me permiten- el descenso de ‘pocillos’. Sólo hago reírme mientras desciendo como un loco a sabiendas que la caída está próxima. Que ya no controlo mis piernas y que queda mucho por descender.

IMG_4670_1Finalmente llegamos al llano o al último falso llano y descubro que en el descenso le dado demasiada ‘caña’ al cuerpo y que todavía quedan tres kilómetros. La cadera me recuerda el descenso. A cada zancada aprieto los dientes y sólo pienso una cosa: ‘’aquí ya uno no se para, hasta el final’’.

Creo que un ser humano puede estar a punto de gritar de dolor –no fue mi caso- y los últimos kilómetros de una carrera aguantar estoicamente. Se te olvida todo y se te pinta una sonrisa de ‘capullo’ que no te la va quitar nadie en horas mientras miras el metal que te has ganado a zancada, esfuerzo y dolor. ¡A fuego!

Terminando la prueba recordé las palabras del último médico que me atendió hace algo de más de un año. ‘’Esto es de por vida. Habrá días que te moleste y te impida correr o entrenar. Habrá días que ni te acuerdes. Pero tendrás que aprender a convivir con ella’’.100_1729_1Hoy puedo decir que aprendí a convivir con mi dolor. Lo engañé en todas sus vertientes. Aguantando y apretando los dientes. Conversando e intentando bromear cuando lo que menos me apetecía era reír. Con música y tarareando canciones que te ponen ‘palote’.

Hoy gané… Mañana será otro día.100_1734_1

Pd. Gracias Fozem -Emilio-, Arriquitrán -Juanma- y a sus amigos por las risas que quitan nervios. A Fernando por aguantarnos tantos kilómetros mutuamente. A mi padre que me acompañó y sé lo que esto es para él. Gracias a la Organización y Voluntarios porque aunque fuera un ‘trail’ duro debo reconocer que me lo pasé genial. Y como no, a mi querido José Rebollido -CaiMan-, eres un crack, verte me da alas.

No me puedo despedir sin dar las gracias a dos grandes personas, Seve y David de #TrailRunnerStore por apoyar esta ‘locura’.

Próxima parada #TraillasPalomas

#GoSinExcusas

4 respuestas a “Convivir con tu Dolor

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  1. Eres un fiera macho, un luchador…el hecho de ir superando los obstáculos en el camino te hace y te hará más fuerte…ahora, a descansar, recuperarte al 100 % e ir pensando en nuevos objetivos. Enhorabuena pisha!!

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  2. Buenas compañero…no hay que dar las gracias,esto es lo bueno de este deporte las risas que nos pegamos…y enhorabuena por esta pedazo de carrera,fue dura y el calor hizo de las suyas…
    En las palomas me pilla fuera pero seguro que la media tricaletera nos vemos…saludos
    Y Quien resiste…vence

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